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VOZ UNIVERSITARIA

PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN: UNA VISIÓN DESDE LATINOAMÉRICA

Resumen 

Este trabajo se propone abarcar las generalidades del periodismo de investigación, sus diferentes definiciones, obstáculos y posibilidades, lo que presupone su práctica para los periodistas,  su comportamiento ético y los pasos esenciales a tener en cuenta en el proceso investigativo. Además, intenta ubicar los aspectos anteriores en el comportamiento de esta “modalidad” periodística en Latinoamérica, brindando algunos ejemplos particulares demostrativos de países como Argentina, Chile, Nicaragua y el Salvador, a través de los interesantes debates de periodistas especializados en el tema, que se llevan a cabo en el sitio web Sala de prensa.

Introducción

“Periodismo de investigación: una visión desde Latinoamérica” es un trabajo realizado con vistas a dar a conocer los polémicos y numerosos debates de lo que se ha llamado “Periodismo de investigación”. Encierra una serie de elementos generales que pueden utilizarse como guía para un tratamiento efectivo del Periodismo investigativo, analizando y exponiendo visiones de los autores que a mi entender, plantean vías más orientadas a la objetividad y la búsqueda de una mayor calidad y elaboración en el periodismo contemporáneo.

Este trabajo, si bien muestra las generalidades de esta “modalidad” periodística, está dirigido a ubicarlas en el contexto latinoamericano y  ha de  permitírseme una aclaración al respecto: cuando me refiero al contexto latinoamericano excluyo a Cuba, que por diferencias en el sistema económico y político, presenta sus propias características en cuanto al desarrollo del Periodismo de investigación. Hubiera resultado interesante establecer comparaciones pero no existe una bibliografía disponible que lo permita y mis intenciones son, más bien, reflejar estas generalidades  de una realidad cercana a la nuestra, que responde a un mismo sistema caduco y explotador y que nos atañe, en parte por nuestro papel de profesionales de las comunicaciones y en parte por nuestro eterno carácter latinoamericanista.

El libro de Pepe Rodríguez, el de William Gaines y los diversos artículos y debates que se establecen en el sitio web Sala de Prensa (algunos muy interesantes, por cierto)  fueron utilizados como única bibliografía. 

El Periodismo de investigación necesita establecerse en las redacciones latinoamericanas y cumplir su labor social a través de un discurso completo, profundo, objetivo y  respetando responsablemente las normas éticas qque impone la profesión. La razón de ser de este trabajo es contribuir a lograrlo.  

PERIODISMO INVESTIGATIVO:
UNA VISIÓN DESDE LATINOAMÉRICA.
 Generalidades del Periodismo de investigación (PI)
 Definiciones.
 ¿Qué es el periodismo de investigación?
 El Periodismo de investigación (PI) es un tema muy polémico a tratar entre los especialistas en ciencias de la comunicación. La polémica la lleva en sí. Por esa razón, ha recibido numerosas caracterizaciones y conceptualizaciones de los más diversos autores. Unos dicen mucho, otros poco; pero hay puntos convergentes que vamos a utilizar para comprender con más profundidad el verdadero significado del término.

Veamos algunos ejemplos de la variedad de conceptos que han sido dados al Periodismo de investigación. El destacado periodista y escritor chileno Juan Jorge Faundes plantea acerca del tema: “Entiendo el PI como la búsqueda y difusión de información acerca de sucesos con valor periodístico (es decir: con grados considerables de improbabilidad de ocurrencia del hecho, y de probabilidades altas de impacto histórico y psicológico del mismo), eventos e información que otros (individuos, grupos, empresas, instituciones, organizaciones gubernamentales o no gubernamentales, clases sociales o el sistema mismo en su conjunto) mantienen ocultos y quieren impedir que sean conocidos y difundidos en un ámbito social mayor que aquel circuito de los que están enterados.”(1) Otros lo ven más simple: “...el periodismo de investigación es simplemente periodismo que ha tenido (a veces) más tiempo para aplicar técnicas específicas de averiguación respecto a temas o realidades que se resisten a ser revelados.”(2) Así podemos encontrar infinidad de opiniones que pueden o no, variar, pero si elaboramos un nuevo concepto a partir de ellas podemos concluir en que el periodismo de investigación es el trabajo que se realiza a través de la iniciativa y la labor investigativa y crítica de periodistas sobre asuntos de importancia que se pretenden mantener en secreto. Está definido por sus tres elementos básicos: que la investigación sea el trabajo del reportero, no un informe sobre una investigación hecha por otro; que el tema de la información trate algo de razonable importancia para el lector, televidente o radioyente, e incluso, “internauta” y que haya quienes se empeñen en esconder esos asuntos del público.   Estas tres características básicas parecen ser el eje central del periodismo de investigación ya que coinciden en las definiciones hechas por la gran mayoría de los  periodistas especializados en el tema.

 

Pero, ¿existe realmente un periodismo y un periodismo de investigación?. Autores importantes como el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez creen que no hay diferencia, que simplemente hay un solo periodismo y este  lleva implícito un carácter  investigativo. Lo cierto es que no obstante este acertado razonamiento, el periodismo contemporáneo, con el actual desarrollo tecnológico, se ha estancado, generalmente, en la noticia diaria y la inmediatez de su transmisión, por lo que se ha dado en llamar Periodismo investigativo a una rama o especialización  del periodismo que aborda a profundidad hechos con trasfondo social.    

 Tipos de periodismo investigativo. 

El Periodismo de investigación, que en la generalidad de los casos denota síntomas de buen periodismo y elaboración, trasciende entre los géneros periodísticos por su importancia y su cada vez más necesaria presencia en los medios latinoamericanos. Por esta razón, constituye un usual objeto de debates y reflexiones que han llevado a que se realicen muy variadas definiciones al respecto. Así nos encontramos con clasificaciones como “Modo de saber hacer el PI” y otras que, a mi entender, no merecen la pena destacarse. Quisiera, en cambio, no pasar por alto este empeño de algunos autores  de desglozar el Periodismo de investigación en toda una serie de tipologías y  conceptos. 

 

El anteriormente citado Juan Jorge Faundes, establece una división en tres tipos fundamentales de Periodismo de investigación:

a)- el que destapa suciedades y escándalos para nutrir el negocio sensacionalista.

b)- el que investiga con propósitos altruistas dentro de los límites de la cultura hegemónica, sin ponerla en cuestión.

c)- aquel que está dispuesto a problematizar e investigar desde la disidencia y la contracultura (la cultura hegemónica es puenta encuestión, el sistema y el orden sociocultural vigente son puestos bajo sospecha) .

 Fases del periodismo investigativo.  

Esta es otra de las tantas clasificaciones, relacionada con el proceso investigativo, lo cual vamos a tratar más adelante, por lo que me limito a exponer la división en fases que realizó José Manuel de Pablos y que parece contar con la aceptación de varios colegas latinos.

Según el antes mencionado catedrático, el Periodismo de investigación se divide en cinco fases P:

 “La conveniencia de conocer ese proceso de las 5P tiene su indudable interés, ya que el profesional podrá saber en todo momento en qué estadío se encuentra y, con ello, estar preparado para la siguiente fase, caso de no haber concluido la etapa ya iniciada, aunque varias de ellas pueden estar abiertas a la vez. Las cinco fases P son éstas, a saber:

1ra fase P, la pista.

2nda fase P, la pesquisa.3ra fase P, la publicación.4ta fase P, la presión.

5ta fase P, la  prisión.”  (3)

 

De esta clasificación, que tal vez pueda resultar un tanto graciosa o irónica,  hablaremos más adelante en lo referente al proceso de investigación.

 Criterios acerca del origen del Periodismo de Investigación. 

El origen del Periodismo de Investigación es otro asunto polémico. No se ha llegado a un concenso sobre el tema y hay tesis muy diversas. No pretendo realizar un análisis exhaustivo sobre la génesis de dicho término, modalidad o rama del periodismo; pero resulta imprescindible mencionar algunas teorías.

 

Heriberto Cardoso Milanés, profesor titular de la Cátedra de Periodismo y Comunicación Organizacional de la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, se remonta a los Estados Unidos, finales del siglo XIX, cuando el buen periodismo se vinculaba a la aventura y el reportero siempre estaba presente en los grandes acontecimientos, con una gran agilidad para penetrar fuentes complejas y obtener la información buscada. El periodismo militante norteamericano se encontraba ligado a movimientos laboristas e intelectuales de izquierda radicados en ese país. Fue una época en que se publicaron una serie de trabajos que causaron sensación en los primeros millones de lectores de periódicos. Ya en los comienzos del siglo XX surgieron los “muckrakers” (“rastrilladores”), término despectivo usado por el presidente norteamericano Theodore Roosevelt para denominar a esos periodistas que, según él, se dedicaban a revolver las cosas sucias y degradantes, término que, con el tiempo, a pesar del tono ofensivo, sirivió de elogio para aquellos que eran capaces de hurgar en el trasfondo de los hechos.

 

Sin embargo, Cardoso Milanés afirma que, solo después de la década del setenta, con la publicación del libro “Todos los hombres del presidente”, de Carl Bernstein y Bob Wood, a raíz del conocido escándalo de Watergate, comenzó a hablarse de un Periodismo de investigación. El ejemplo de lo ocurrido con Nixon creó una atmósfera cargada de ancias de destituir presidentes y descaracterizar hombres públicos, entre los profesionales y estudiantes de la carrera periodística y no solamente en los Estados Unidos sino en el resto del mundo, principalmente en los países latinoamericanos. 

Algunos autores no reconocen antecedentes y ubican los or­­­ígenes del periodismo investigativo en el esc­­­ándalo antes mencionado. Otros, sin embargo, encuentran las raíces cientos de años atrás y hay algunos que mencionan, incluso, el Nuevo Testamento de la Biblia por ser un trabajo en equipo y denunciar el imperante gobierno romano.  

 A pesar de todo, es indiscutible que el caso Watergate le dio un nombre propio al Periodismo de investigación, bríos y una guía de cómo trabajar y dirigir una investigación.   Ética y contexto 

¿Qué investigamos o dejamos de investigar? ¿Qué decimos? ¿Qué dejamos de decir? ¿A quién o quienes estamos investigando? ¿Por qué lo hacemos? ¿Cómo lo hacemos?

 Estas preguntas son inevitables para lograr realizar un trabajo ético. La ética periodística es una normativa, un conjunto de leyes morales y de comportamiento que deben aplicarse aunque, aparentemente, no existan valores absolutos. Lo más prudente es construir una pauta ética basada en la tradición y el consenso universal, en valores que desde épocas remotas las distintas culturas han propuesto coincidentemente.  Existe un Código de Ética Profesional, adaptado a cada organización, que  define deberes y derechos del periodista y sus órganos de prensa en la sociedad, así como el tipo de relaciones a desarrrollar entre éstos y las demás personas e instituciones.  La ética trata de distinguir entre el bien y el mal, con principios filosóficos y morales que se emplean para justificar un curso de acción determinada. Lo que los periodistas y directores necesitan es determinar quien se beneficia como resultado del trabajo investigativo. El periodismo debe comprometerse con su responsabilidad social de informar pero siguiendo los l­ímites que sitúa la ética: los intereses y la seguridad del país, la intimidad de las personas y otros factores de política editorial.  La mayoría de los debates sobre la ética en el periodismo de investigación se centran en la metodología,o sea, si es válido o no cualquier método para conseguir una información determinada (falsa identidad, engaño,cámaras ocultas, presiones,etc.). Los resultados de numerosas encuestas al respecto plantean que generalmente el público es receloso en cuanto a la invasión de la intimidad, el engaño o las presiones, no importa cual sea la importancia pública del artículo. La prensa y más aún la investigativa, necesita ser digna de confianza. Si ciertas violaciones para adquirir información no se repitieran con frecuencia en casos vanales a cargo de numerosas publicaciones sensacionalistas o “del corazón”, de chismes y demás nimiedades, el periodista en general, gozaría de un mayor prestigio y el público justificaría algunos atrevimientos y transgresiones que estuvieran dirigidos a una investigación objetiva y reveladora.  Los códigos de ética, a pesar de sus méritos, no siempre ofrecen soluciones bien definidas que puedan aplicarse a todos los casos. La mayoría de los analistas están de acuerdo en que el periodista debe ser consciente en cuanto a cuestiones de justicia, equilibrio y exactitud. Los reporteros tienen que hacerse preguntas éticas continuamente, en todas las etapas de una ivestigación y deben prepararse para justificar sus decisiones ante colegas, directores y el público; es preciso tener en cuenta los intereses que se afectan y realizar la labor de acuerdo a las normas de la profesión.    Obstáculos y estrategias de fortalecimiento. Se han elaborado numerosas encuestas respecto a los mayores obstáculos que tienen que enfrentar en su trabajo los periodistas investigativos latinoamericanos con el objetivo de contribuir a mejorar las condiciones para ponerlo en práctica en la región. Un ejemplo de ello es la llevada a cabo como iniciativa del capítulo chileno de Transparencia Internacional, que consistió en un conjunto de entrevistas personales a 18 informantes claves (periodistas investigadores, directores de diferentes medios y académicos expertos en el tema), así como la revisión de fuentes secundarias (bibliografía, sondeos y opiniones).  Los resultados de todas estas encuestas coinciden en que los principales obstáculos que atravieza el periodismo de investigación son (en orden jerárquico):-los relacionados con los propietarios de los medios-los relacionados con el Estado-los relacionados con el acceso a la información pública y privada-los relacionados con los actos de violencia contra los periodistas-los relacionados con la necesidad de mayor formación y capacitación 

Los relacionados con los propietarios de los medios son señalados como los obstáculos fundamentales. Éstos se traducen en los intereses de conglomerados económicos, presiones de los anunciantes o de cercanos a los dueños, concentración de la propiedad, ocultación deliberada de la información, interferencias directas de los dueños, carencia de recursos en la empresa, carencia de equipos de periodistas investigadores, poder de los medios de comunicación dominantes y otorgamiento de favores a los periodistas.

 

El Estado también se percibe como otro de los grandes obstáculos para la investigación periodística, debido a las presiones de las autoridades, la falta de democracia, los procesos judiciales por injurias o calumnias, el rechazo de los gobernantes a ser escrutados y su impunidad.

 

Dentro de los obstáculos relacionados con el acceso a la información pública y privada, el aspecto más mencionado por los encuestados es la falta de cultura de la información, que incluye aspectos como el llamado “culto al secreto” y el trato preferencial.

La violencia contra los periodistas es desglozada en forma de amenazas, persecuciones, encarcelamientos e incluso, de asesinatos. Podemos citar ejemplos como el del argentino Horacio Verbitsky y el perunano Gustavo Gorriti que debieron padecer el exilio para salvar la vida, o los casos de Rodolfo Walsh, desaparecido en 1977 por la dictadura militar argentina y el mexicano Manuel Buendía, también asesinado, en 1984, por un policía. 

 

                               

De izquierda a derecha: Verbitzky, Walsh y una estatua en homenaje al mexicano Buendía, también asesinado.  

Podemos, a partir de estos resultados, concluir en que el Periodismo de investigación en Latinoamérica está determinado mayormente por los propietarios de los medios y por los estados (ya que estos también abarcan en sí los problemas del acceso a la información, la violencia contra los periodistas y la necesidad de mayor formación y capacitación), o sea, por el sistema económico, político y cultural vigente en la región.

 

La búsqueda de estrategias para el fortalecimiento del Periodismo investigativo en Latinoamérica, también fue un punto de las mencionadas encuestas. El tema merece la realización de seminarios y talleres para motivar una reflexión general y trazar estrategias de fortalecimiento.

 

El respaldo de los dueños de los medios es la propuesta más mencionada por los encuestados, traducida en aporte de recursos (invertir dinero en tiempo para realizar investigaciones) y formación y capacitación requerida para los periodistas de investigación.

 

Los propietarios de los medios y los estados deben sensibilizarse, o ser sensibilizados, las leyes que favorecen el acceso a la información pública y privada de interés público, más que existir, deben cumplirse. Las autoridades, en muchos casos, abusan de sus facultades de reserva y ponen trabas en lo que debería ser transparente a la fiscalización ciudadana. Los mayores “impulsos”, como las leyes de acceso a la información y las organizaciones  democráticas, deben ser controlables, aplicabes e institucionalizados.

 

Como resultado de las encuestas se recogieron sugerencias como el respaldo empresarial, la capacitación de periodistas investigadores, organización de los periodistas investigadores y mayor número de equipos de periodistas investigadores y de leyes de acceso a la información.

 Periodismo investigativo e ideología.   El periodismo de investigación se define por sus tres características básicas, como ya hemos mencionado: que sea un trabajo propio del periodista, que ese trabajo descubra algo que esté oculto y que ese algo sea de interés público. Pero separando la base periodísticas y el fundamento ideológico, resulta interesante la visión que propone el argentino Carlos Sortini: “...estas características básicas suelen convertirse en un soporte ideológico bajo la forma de promoción del llamdo pensamiento único.”(4) 

Si analizamos, por ejemplo, el famoso “Caso Watergate”, este solo trata de un caso de abuso de poder político y no brinda tratamiento periodístico a los poderes económicos que son los verdaderos responsables.

 

Carl Bernestein y Bob Woodward, jóvenes periodistas que dieron al traste con lo que pasaría a la historia como el “Escándalo Watergate”, causante de la renuncia del Presidente Richard Nixon

 
 

El Periodismo investigativo funcionará como un factor revolucionario ideológicamente cuando se dedique a investigar y cuestionar el funcionamiento del poder económico, su relación con la administración política y los efectos sociales que se derivan de esa combinación. El enfoque de la corrupción tiende a trivializar lo que describe, a construir héroes o rufianes impostores. En todo el continente, el periodismo de investigación se ha especializado en el seguimiento a políticos corruptos; si queremos lograr una investigación objetiva, es necesario ahondar en el poder económico que los corrompe y en toda la corrupción que este lleva implícita.

La investigación debe emplearse para identificar y denunciar los recursos y estrategias de la ideología que la clase hegemónica global quiere imponer a las grandes masas explotadas.

 

Una vez más estamos de acuerdo con Sortini, cuando cita a Faundes: “El sistema piramidal globalizado de explotación de la mayoría para beneficios de las minorías, escondido bajo el mítico e inocentado discurso neoliberal hoy predominante, debiera ser una de las grandes líneas éticas de acción del periodismo de investigación en todo el planeta.(5)

 El periodista investigador Características: requisitos personales y estructurales. 

Un periodista investigador no puede ser cualquier periodista. Se requiere de una gran experiencia, sobre todo en los países latinoamericanos, en los cuales existen numerosos obstáculos para la investigación por lo que el periodista debe ser un persona muy  abilidosa y experimentada para franquerarlos. 

 

La investigación periodística exige dedicación, los periodistas investigadores tienen que hacer un esfuerzo superior al normal y su trabajo se extiende y puede llegar a estar, incluso, por encima de su vida privada.

 Para dedicarse a la investigación el periodista debe cumplir con una serie de características personales y estructurales determinadas. Se requiere tener, entre otras cualidades, dotes de observación, retentiva, memoria visual, memoria fotográfica, conocimiento general muy amplio, capacidad de previsión y planificación, ser buen improvisador, un poco actor y ser capaz de asumir riesgos y afrontar problemas.  

El reportero investigador tiene que ser un experto armador de rompecabezas. Debe familiarizarse con la estructura del estado y conocer la naturaleza jurídica de las diversas entidades del gobierno, tener un conocimiento general de las leyes, conocer los casos más significativo de Periodismo de investigación en la historia de su país y del resto, tener un conocimiento amplio y profundo de la economía de su país y del mundo y sobre todo tener las convicciones de lo que es juto, limpio, bueno, honesto, así como el coraje de reconocer públicamente un error o de enfrentarlo. 

Pero las posibilidades de investigar de un periodista no solo conllevan requisitos personales, sino también requisitos estructurales como la disponibilidad de medios económicos y técnicos, las características del medio para el que trabaje, el objetivo a investigar, el tiempo disponible, su capacitación técnica, sus intenciones, su ideología.

 

En toda investigación se requieren instrumentos que faciliten (a veces que permitan) el trabajo, la búsqueda, la adquisición de pruebas. Entre los soportes más conocidos y utilizados se encuentran la fotografía, la grabación de video y la  magnetofónica. El saber combinar correctamente el vestuario y la apariencia general, así como diversas formas de comportamiento, son elemento subjetivo que también puede contribuir en la investigación. 

 

Seguridad personal del periodista investigador

 

Aunque visto desde Cuba resulte hasta algo gracioso, el tema de la integridad psicofísica del periodista investigador en la realidad latinoamericana es un tema importante a tratar. 

 Según Pepe Rodríguez : “Durante el proceso de trabajo de un periodista investigador resulta básico no descuidar –sino todo lo contrario- las áreas necesitadas de unas especiales medidas de seguridad...”(6)  Con su concepto de “áreas necesitadas de unas especiales medidas de seguridad” se refiere a la integridad psicofísica, la defensa jurídica, el depósito documental y el futuro profesional del reportero.   Muchos periodistas investigadores, producto del rigor de su trabajo, se vuelven obsesivos, vanidosos o paranoicos. Combatir estos desequilibrios depende, principalmente, de uno mismo: siendo menos apasionados y más escépticos.  

Hay diversas bibliografías, como el texto de Pepe Rodríguez  antes citado, que se dedican a enumerar y definir una serie de consejos y recomendaciones para proteger la integridad física y psicológica del periodista. Veamos un ejemplo: “Cuando se acude a una cita con un desconocido (y máxime si puede haber algún riesgo) es preferible quedar en lugares públicos y vigilables (usar a un compañero para ello sí se cree conveniente); llegar al menos media hora antes para poder detectar movimientos extraños en la zona; no dejar la espalda al descubierto ni dar facilidades para ser fotografiado o grabado; llevar la documentacion minimiza imprescindible, no llevar tarjetas o datos sobre el domicilio o teléfono particular; no llevar llaves del domicilio o del despacho, si debe llevarse alguna agenda, mejor usar una básica, hecha expresamente para estas ocasiones, con los nombres y teléfonos codificados.”(7)

 Este tipo de recomendaciones se escapan de las manos del periodismo, pero es una realidad que muchos colegas latinoamericanos realizadores de investigaciones han tenido y tienen que enfrentar a situaciones complejas y riesgosas,  por lo que los consejos de Pepe Rodríguez vienen a convertirse en otra rama de conocimiento básico por adquirir.  

En Cuba, los periodistas no tienen que seguir estos pasos, si bien el periodismo no escapa a la censura y a la autocensura y proyectos de investigación arriesgados y que cuestionen ciertas actividades gubernamentales o de organizaciones vinculadas  no se publican o no se realizan.

  El proceso de investigación.  

Selección del hecho a investigar

 

Para comenzar con una investigación todos los autores concuerdan en que lo primero es definir el tema a investigar y que éste debe ser de interés público (es válida la aclaración de que no cuento dentro de la categoría del interés público al morbo, el “chisme” o la vida íntima de las personas).

 

El campo de la realidad es tan amplio que está cargado de hechos interesantes por descubrir y existen infinidades de vías para detectarlo.

 

El simple hecho de caminar por la ciudad, observar lo que ocurre, conversar con choferes, guardias de seguridad, familiares y amigos, estar al tanto del acontecer informativo a través de todos los medios de prensa disponibles y leer publicaciones públicas o privadas, permite detectar un elemento novedoso y encubierto que puede dar pie a un proceso investigativo. 

 

Para definir si el hecho descubierto merece ser investigado es recomendable llevar a cabo un análisis que abarque el contenido, el contexto y la veracidad del mismo, lo que implica analizarlo en cuanto a su posible calidad, coherencia, momento y circunstancias en que ocurre y en que nos llega, elementos que contribuyan a contextualizarlo y la credibilidad inicial tanto del hecho como de la fuente que lo transmitió.

 

Si este análisis es exitoso e indica que puede profundizarse en respectivo hecho, entonces habremos vencido el primer paso de un proceso investigativo que se inicia.

 

De acuerdo con la clasificación en “fases P” del Periodismo de Investigación que hiciera José Manuel de Pablos ya mencionada en este trabajo y que vamos a seguir consultando, esta vendría siendo la primera fase P o de pista, que encerrará un problema informativo, algunas icógnitas comunicativas y varias dudas periodísticas.

 Fuentes.  

Una vez seleccionado el tema, se recomienda elaborar una relación inicial amplia de posibles fuentes. (sin descartar posibilidades). Luego debe elaborarse un ánalisis acerca de cada una de las ellas: medir las posibilidades, relaciones, el valor que pueden tener, los riesgos, la credibilidad,etc.y por último diseñar un modelo a seguir para establecer un contacto ordenado con cada una. Aquí llegamos a la segunda fase P o Pesquisa.

 Fuentes personales. 

La clasificación de fuentes personales como “todas las personas que de un modo voluntario y activo facilite algún tipo de información a un periodista” es general en todos lo autores que han escrito sobre el tema.

 

Pepe Rodríguez establece una división de las fuentes personales en cuanto a temporalidad, contenido informativo, estructura de comunicación y ética.

En cuanto a la temporalidad, las divide en fuentes asiduas (aquellas que tengan un trato más o menos continuado con el periodista) y fuentes ocasionales (el contacto con el periodista solo se produce en función de algún asunto puntual).

 

Teniendo en cuenta el contenido informativo establece otros dos tipos de fuentes: la fuente puntual (asidua o no, el periodista la utiliza en un marco informativo estrecho y definido) y la fuente general (utilizada con muy diversos fines informativos).

Según la estructura de la comunicación, diferencia a las fuentes personales en públicas (accesibles para todos o buena parte de los periodistas y que asumen las informaciones facilitadas), privadas (acceso restringido a los periodistas y sus informaciones gozan de singularidad noticiable) y confidenciales (accesible para uno o muy pocos periodistas y sus informaciones no son asumibles de forma nominal).

 

En la clasificación en función a la ética, Pepe Rodríguez acude al concepto de voluntariedad en el traspado de información desde la fuente hasta el periodista, por lo que las divide en fuentes voluntarias (prestan su colaboración de modo activo y querido) y fuentes involuntarias (prestan su colaboración bajo alguna presión del periodista u otro agente externo).

 

En cuanto al hecho a investigar, diversos autores clasifican las fuentes personales en implicadas y ajenas. Las implicadas son las que de alguna forma tienen algo que ver con los hechos en vía de investigación y las ajenas son las que no tienen nada que les una directamente pero que por sus propias cualidades humanas y profesionales pueden aportar datos de interés para el periodista.

 

Conocer el mayor o menor interés de una fuente personal, el por qué divulga un secreto, el contexto humano en general, es muy importante para realizar la valoración y analizar la credibilidad de los datos aportados, así como para lograr una mayor colaboración de la fuente con el periodista.

 Fuentes documentales Al igual que en el caso de las fuentes personales, los autores concuerdan en la clasificación de las fuentes documentales como “todo tipo de fondo documental (archivos públicos o privados, hemerotecas, bibliotecas, registros de todo tipo, etc.) y a todo tipo de soporte (libro, prensa, película, vídeo, fotografía, grabación magnetofónica, documento, cartel, etc.) consultable con más o menos facilidad o dificultad por el periodista. La consulta de las fuentes documentales es indispensable en todo proceso investigativo. Algunos le atribuyen mayor importancia que a las fuentes personales. Tal es el caso de Pepe Rodríguez: “como resultado de la experiencia en el trabajo diario, particularmente le concedo más prioridad e importancia al logro de buenas fuentes documentales que personales. El mejor confidente resulta inútil si no aporta documentación probatoria de lo que denuncia...”(8)  

Otros expertos en el tema que piensan lo contrario, justifican su decisión por las fuentes personales por la posible indisponibilidad de algunas fuentes documentales y sobre todo, por el valor y credibilidad que le ha restado a estas el desarrollo tecnológico existente en el mundo actual.

 Confirmación de datos. 

Los datos obtenidos a través de las diversas fuentes se dividen en orales y documentales. Para su utililización, éstos requieren una confirmación previa bien sustentada.

 

Cualquier dato utilizado en el trabajo investigativo debe ser comprobado tantas veces como sea posible, a través de un procedimiento que tenga en cuenta su procedencia (oral o documental), la credibilidad de la fuente, la posibilidad de ser cierto, otras fuentes concordantes, contrastes con el documento originial y/o con las personas implicadas en él en incluso, un análisis ténico especializado. 

 

Muchas informaciones erradas que aparecen en los medios de comunicación de nuestros países latinoamericanos se deben a no someter al meterial a ningún tipo de verificación.

 

Para comprobar un dato de procedencia oral se debe validar la fuente. Si no es fiable, el dato se desecha o se reserva, si lo es, entonces debe continuarse con la validación del contenido, que verifica si el dato puede ser real o no. Si esta segunda validación tampoco es viable pues se desecha o se reserva, si hasta el momento todo resulta favorable, entonces, debe realizarse una búsqueda de fuentes ajenas que concuerden (El Washington Post estableció la norma de que deben ser tres fuentes, independientes entre sí, esta norma es muy utilizada en los países latinoamericanos). Mientras no se obtenga esta triple confirmación, el periodista debe poner en duda el dato y no utilizarlo pero si pasa esta triple comprobación puede considerarse como verdadero. Autores como Pepe Rodríguez plantean que debe llevarse a cabo un último paso para comprobar la autenticidad de un dato y es la búsqueda de una prueba documental. En caso de contar con una prueba documental, ésta debe someterse también a un proceso de verificación similar al anterior. 

Según Gerardo Reyes, una de las pruebas de fuego del Periodismo de investigación es la entrevista que se realiza a aquellas personas que tienen una cuota de responsabilidad sobre el hecho, ya que va dirigida a la contraparte. En esta entrevista también se comprueban datos.

 

Sobre la necesidad de solo utilizar un dato estrictamente comprobado, expresa Pepe Rodríguez: “El profesional que no confirma suficientemente sus datos no solo se arriesga a tener problemas personales de índole jurídica u otros; arriesga también el prestigio del resto de la profesión.”(9)

 Redacción. 

Redactar informes de investigación no es nada sencillo, se necesita tener un poco de alquimista, de destilador, debe encontrarse un método que facilite la labor de prescindir de los elementos innecesarios y quedarse con los hechos sólidos.

 

El  periodista, antes de sentarse a escribir deben tener bien claro lo que quieren investigar y revelar: de qué trata la historia, a quién le importa, por qué. Las respuestas a nuestras propias preguntas darán el tono a la redacción y permite formarnos una idea acerca del perfil del lector que recibirá el trabajo.

 

Muchos autores sugieren la elaboración de una cronología que contenga todos los elementos investigados. Lo demás... queda del lado del periodista.

 Publicación de la investigación.  

Llegamos a la tercera Fase P. Cuando un periodista termina su investigación, ha completado la mayor parte del trabajo pero aún le queda otra importante: su publicación.

 

Deberá entonces elegir el medio de comunicación idóneo para la publicación de la ivestigación (si es que no trabaja para un medio en específico), reajustar el trabajo en función de los factores determinantes de la política editorial del medio, prepararse para posbiles barreras de censura (incluso la no publicación, en los peores casos) y para afrontar problemas que puedan derivarse de la publicación.

Todo trabajo investigativo tiene características especiales que hacen que este no sea publicable en cualquier medio, o que no reciba el mismo énfasis en un medio que en otro.

 

La prensa escrita parece ser el medio idóneo para los trabajos investigativos, alternando sus variantes de diaria y no diaria. Recomendaría la prensa no diaria ya que esta, al no tratar la noticia con inmediatez por su frecuencia de tirada, debe dedicarse a rescatar géneros más interpretativos que brinden un espacio de reflexión y opinión. La televisión, por su parte, tienen una vida efímera y cuenta con poco tiempo, si bien hay que considerar el impacto que ésta causa sobre el público. La radio, también de gran inmediatez en la noticia y vida efímera, no parece ser la más indicada por su ausencia de imágenes y porque la rapidez que impone la transmisión diaria y constante no permite interpretaciones profundas.

 

Un medio que no mencionan con frecuencia los autores que tratan los temas de periodismo de investigación es la prensa digital, tal vez por la desactualización de la bibliografía o la sobreabundancia de información comercial y ociosa que caracteriza a la red de redes. A mi entender, este puede ser un medio muy eficaz porque es actualmente el más consultado (teniendo en cuenta la distribución desigual de la tecnología, adaptando el dato para los que pueden elegir), de gran inmediatez (momentánea incluso) y cuenta con ventajas de combinar texto con imagen y sonido y actualizarse la información cuando se entienda necesario. Debe tenerse en cuenta que Internet es una red global, el mundo entero va a conocer su información, por lo que deben hacérsele algunas transformaciones para que ésta responda a intereses generales y  no solamente de su país o región.

 Resultados de la investigación.

El trabajo de un periodista investigador tampoco termina en la publicación del reportaje. A partir de ese momento se inicia una tensa labor que consiste en afrontar diferentes reacciones, positivas o negativas.

 Según la clasificación de José Manuel de Pablos, esta labor puede corresponderse con la cuarta Fase P de  Presión. La embestida puede ser directa (violencia contra el periodista, denuncias verbales, amenazas,) o indirectas (a través de una tercera persona y otras crueles sutilezas). El periodista debe estar muy seguro de que todo dato publicado está debidamente verificado.

La quinta Fase P de Prisión no tiene que ser obligatoriamente la entrada física de los denunciados a una celda, sino que se trata de un cambio de situación, de status en estas personas invoucradas. (generalmente son procesadas, encarceladas, expedientadas, con pérdidas económicas, despido,etc.).

 

El periodista debe dar seguimiento al caso, al público siempre le interesa conocer qué pasó después. La falta de seguimiento puede dar una imagen del periodista como revoltoso que explota escándalos y a la hora de analizar los resultados, se retiran para detonar otra exploción.

 Periodismo de investigación en Latinoamérica. Generalidades del Periodismo de investigación en América Latina. 

El Periodismo de investigación en Latinoamérica se ha desarrollado en forma a la vez paralela y subsecuente al Periodismo de investigación en Estados Unidos. La influencia de este último (visible, incluso, en muchos de los términos utilizados que son traducidos literalmente del inglés) es indudable y suele acrecentarse en los periodistas más jóvenes. Pero el principal Periodismo de investigación latinoamericano ha tenido un desarrollo diferente.

 

La formación de los más logrados periodistas de investigación del continente se remonta en una tradición europea de denuncia e indignación, donde se entremezclan las técnicas periodísticas con las literarias.

 

Resulta peligroso el creciente uso de jergas especializadas formadas en imitación del modelo norteamericano, sobre todo si tenemos en cuenta que el periodismo de investigación estadounidense ha sido una de las víctimas de la codicia corporativa.

 

El campo de acción del Periodismo de investigación latinoamericano ha estado centrado en algunos temas esenciales como: violaciones de los derechos humanos (atrocidades, persecuciones, torturas, maltratos, asesinatos), robo público, crónicas de mercenarios y espías, la corrupción en cualquiera de sus facetas.

 

Aparentemente, los resultados de 12 o 15 años de Periodismo de investigación en Latinoamérica no son nada malos. Gracias a la importante labor de algunos periodistas se han abierto tumbas donde estaban enterradas víctimas y verdades, ha renunciado un presidente (Collor), se ha revelado la corrupción en los niveles más altos del gobierno (Argentina, Perú, Colombia, por ejemplo) y se han descubierto “narcodonaciones”. Pero si analizamos desde la base, los verdaderos resultados no son nada halagüeños. En Latinoamérica nada ha cambiado: la corrupción continúa en su misma escala, la impunidad es la regla, ladrones y corruptos siguen en el poder.

 

Se ha desperdiciado la posibilidad de desarrolar una conciencia gremial solidarizada no solamente con el discurso, sino que además aliente prácticas periodísticas mucho más profesionales, rigurosas y comprometidas con la sociedad.

 Algunos exponentes del Periodismo de investigación en América Latina. Periodismo de investigación en Argentina. 

En Argentina, el gobierno dictatorial (1876- 1983) trajo aparejado una “prensa de la dictadura”, dividida en dos sentidos diferentes: quienes apoyaban el régimen y quienes lo denunciaban y cuestionaban. Parte de la prensa de la dictadura originó la denuncia y el posicionamiento ideológico por las empresas periodísticas y de los propios periodistas. El público se acostumbró a leer denuncias y buscar en los medios lo que desde el poder se intentaba mantener oculto.

 

La apertura democrática en 1983 significó una revisión de la historia argentina, donde se intentó aclarar y conocer los hechos, pero también llegar a las pruebas de los mismos. La única respuesta para la prensa era un descrédito cada vez mayor, pero a pesar de ello, el periodismo argentino se erigió como el discurso social más creíble, posiblemente porque que se rescató aquella parte de la prensa que enfrentó a la dictadura, la línea periodística de la denuncia.

 

En Argentina los diarios financieros fueron los primeros en publicar trabajos investigativos, que entonces trataron acerca de las políticas que afectaban directamente a las poderosas comunidades financieras.  

 

La prensa investigativa argentina, por citar un ejemplo, ha implicado al presidente Carlos Menem en numerosos escándalos. Horacio Verbitsky, columnista del diario Página/12 ha demostrado algunos fraudes y negocios sucios alrededor del presidente, como el préstamo de 76 millones de dólares por parte del  Banco Nacional de Argentina a una tasa preferencial que secretamente  pertenecía a la familia Menem, así como demostró la implicación de dicho presidente en el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas.

   Un artículo sobre la atrocidad cometida contra José Luis Cabezas, fotógrafo argentino Periodismo de investigación en El Salvador. 

Tadicionalmente en el Salvador, la prensa, en general, servía de muy poco. Hablar deinvestigación era un tema vedado.

 

En la época del conflicto armado algunos medios sufrieron las consecuencias directas de profundizar en algunas investigaciones sobre asuntos que la propia situación de conflicto entendía como “delicados”. Periódicos como “Crónica del pueblo” fueron obligados a cerrar y otros sufrieron grandes atentados. Por otra parte, debemos mencionar el poco profesionalismo de los periodistas salvadoreños y sus bajos salarios. Todo estaba en contra del periodismo inestigativo y la época contribuyó a fomentar la corrupción de periodistas.

 

Pero el periodismo salvadoreño ha entrado en una nueva etapa. El periodista está más conciente de su rol y académicamente mejor preparado. Esos pasos han sido dados por los dos principales periódicos nacionales, “La Prensa Gráfica” y el “ Diario de Hoy”, si bien los principales temas relacionados con el combate a la corrupción apenas se han tocado, solo algunos casos judiciales y temas relacionados con economía. Aún no se ha cambiado la mentalidad del periodista ni se ha hecho entender que defender los intereses comerciales de un medio relega a un segundo plano la labor social del periodista. Debe tomarse plena conciencia del papel de la prensa en la sociedad, debe hacerse un periodismo investigativo con profundidad en el Salvador. 

  Periodismo de investigación en Nicaragua.  

En Nicaragua el Periodismo de investigación prácticamente no ha existido, solo ciertos atisbos, históricamente ha sido extremadamente politizado, casi siempre en un diario oficial que proclama las “bondades” del gobierno. 

 

Según Guillermo Cortés: “Nuestro periodismo tiene una prolongada experiencia asumiendo banderas políticas, en la mayoría de los casos defendiendo causas populares, lo cual es loable desde ua perspectiva social solidaria y humana, pero una cosa es tener sensibilidad social, y otra, ser panfletero y propagandista”. (10) Hay que decir que profesionalmente se ha avanzado desde el periodismo de proclamas. Ya a fines de los años setenta, en correspondencia con la profunda desacreditación y crisis de la dictadura somocista, el diario “La prensa” inauguró una etapa de periodismo diferente  que puede tomarse como antecedente inmediato del Periodismo de investigación en Nicaragua, con notas impactantes sobre la corrupción y el carácter criminal del régimen. El periodismo predominante de estos años acompaña abierta y decididamente la lucha popular, que desemboca en insurreciones masivas a varias ciudades. Pero el Periodismo investigativo no es lo mismo que la denuncia; la denuncia se queda en eso, el Periodismo de Investigación pretende llegar a las raíces de los hechos.

 

En la década de los ochenta tampoco logró el Periodismo investigativo establecerse como una práctica sistemática. Prevaleció la denuncia por un lado y por otro el reportaje de guerra con algo de crónica.

 

Luego de fomentado el Periodismo investigativo,  el obstáculo general que se presenta es que el medio no le permite al periodista concentrarse en un tema, muchas veces porque hay otras necesidades apremiantes. Existe una cierta resistencia de los funcionarios a ceder tiempo a un periodista para un trabajo de investigación. La ignorancia de propietarios y funcionarios de los medios de comunicación nicaragüenses impide que vean la importancia del Periodismo de investigación, necesidad de una sociedad tan poco modura y tan corrupta.

 Periodismo de investigación en Chile.   

El desarrollo del Periodismo de Investigación en Chile causó un impacto en la opinión pública en los últimos años. Surgieron nuevos medios periodísticos que, con una línea editorial precisa y consistente, permiten que este estilo se inserte en la sociedad civil logrando en ésta una aprehensión de la información que permite que el público sea capaz de analizar, criticar y formarse una opinión propia y objetiva de los acontecimientos que ocurren a su alrededor. Sin embargo, aún debe enfrentar la presión de fuertes intereses que actúan en su contra, como lo demostró la reciente crisis en el semanario “La Nación Domingo”, gracias al cual, junto con la revistaQué Pasa” y diarios electrónicos como “El Mostrador”, el periodismo de investigación en Chile se está abriendo un importante espacio y está creando a su vez una opinión pública más asertiva, más culta y crítica. Esperamos que estas publicaciones continúen haciendo un periodismo fiscalizador y que se unan no sólo más medios, sino que este trabajo comience a hacerse al interior de las escuelas de periodismo, creando en el estudiante motivación e interés por investigar y por ir más allá de lo que dicen las fuentes oficiales. Pamela López, periodista chilena y profesora de la Universidad Internacional SEK-Chile afirma que: “gracias al periodismo de investigación, aún incipiente en nuestro país, y ejercido con menos presiones, la opinión pública comienza a convertirse en un ente que quiere consumir cada vez más información”.(11)

  Conclusiones 

A partir de este trabajo sobre el Periodismo de investigación y su comportamiento en Latinoamérica, se pueden extraer varias conclusiones:

 

a)- Todo periodismo debe ser investigativo, pero se llama periodismo de investigación a una “modalidad” o “rama” o “especialidad” del periodismo que aborda a profundidad hechos con trasfondo social.    

b)- El Periodismo de investigación está definido por tres características básicas: que la investigación sea el trabajo del reportero, no un informe sobre una investigación hecha por otro; que el tema de la información trate algo de razonable importancia para el lector, televidente o radioyente, e incluso, “internauta” y que haya quienes se empeñen en esconder esos asuntos del público. 

c)- El principal obstáculo que tienen que enfrentar los periodistas investigadores latinoamericanos es todo lo relacionado con los propietarios de los medios. 

d)- Un periodista investigador no puede ser cualquiera, debe reunir una serie de requisitos, tener una gran dedicación a su trabajo y saber enfrentarse a cualquier tipo de problemas y riesgos.

e)- Los aspectos centrales en que se centran las investigaciones de los periodistas latinoamericanos son: las violaciones de los derechos humanos (atrocidades, persecuciones, torturas, maltratos, asesinatos), el robo público, crónicas de mercenarios y espías y  la corrupción en cualquiera de sus facetas.

f)- El Periodismo de investigación latinoamericano está aún en una fase temprana y va en camino a un período necesario de maduración.

 Por último podemos derivar una última y muy importante conclusión y es que existe una necesidad social de que se abran nuevas puertas para el Periodismo investigativo en toda Latinoamérica y que este logre asentarse en un camino seguro, objetivo y comprometido con el público.   Recomendaciones Mis recomendaciones con respecto al tema del trabajo son principalmente, que exista una bibliografía organizada y completa y que se investigue acerca del Periodismo de investigación en Cuba, de lo cual no existe bibliografía. Recomiendo visitar el sitio web de Sala de Prensa y prestar atención al tema del Periodismo de investigación que es un asunto polémico y muy importante para el futuro del periodismo contemporáneo.   Referencia bibliográfica  
Gaines, William.Periodismo de investigación para prensa y TV. Colombia,Tercer Mundo Editores, [s. f ], p-205.
Rodríguez, Pepe. Periodismo de investigación: técnicas y estrategias. Barcelona, Ediciones Paidós, 1994, p-140.
Sala de Prensa -  Web para profesionales de la comunicación iberoamericanos. [en línea]. Diciembre del 2003. [consultado:13 de diciembre,2003]. Disponible:URL: www.saladeprensa.org. 
 Citas bibliográficas 
(1 )-  Faundes, Juan Jorge. Sala de Prensa – Web para profesionales de la comunicación iberoamericanos. [en línea]. Diciembre del 2003. [consultado:13 de diciembre,2003]. Disponible:URL: www.saladeprensa.org.
(2)- Gorriti,Gustavo. Sala de Prensa -  Web para profesionales de la comunicación iberoamericanos. [en línea]. Diciembre del 2003. [consultado:10 de diciembre,2003]. Disponible:URL: www.saladeprensa.org. 
     
(3)-  De Pablos, José Manuel. Sala de Prensa -  Web para profesionales de la comunicación iberoamericanos. [en línea]. Diciembre del 2003. [consultado:11 de diciembre,2003]. Disponible:URL: www.saladeprensa.org. 
 
(4)-  Sortini, Carlos A. Sala de Prensa -  Web para profesionales de la comunicación iberoamericanos. [en línea]. Diciembre del 2003. [consultado:11 de diciembre,2003]. Disponible:URL: www.saladeprensa.org. 
 (5)-  Frase de Juan Jorge Faundes citada por Carlos Sortini en: Sala de Prensa -Web para profesionales de la comunicación iberoamericanos. [en línea]. Diciembre del 2003. [consultado:12 de diciembre,2003]. Disponible:URL: www.saladeprensa.org. 
(6)-  Rodríguez, Pepe. Periodismo de investigación: técnicas y estrategias. Barcelona, Ediciones Paidós, 1994, p-95.
 
(7)- Rodríguez, Pepe. Periodismo de investigación: técnicas y estrategias. Barcelona, Ediciones Paidós, 1994, p-96.
 
(8)- Rodríguez, Pepe. Periodismo de investigación: técnicas y estrategias. Barcelona, Ediciones Paidós, 1994, p-37.
 
(9)- Rodríguez, Pepe. Periodismo de investigación: técnicas y estrategias. Barcelona, Ediciones Paidós, 1994, p-60.
 

(10)- Cortés Domínguez,Guillermo. Sala de Prensa -  Web para profesionales de la comunicación iberoamericanos. [en línea]. Diciembre del 2003. [consultado:17 de diciembre,2003]. Disponible:URL: www.saladeprensa.org

 

(11)-  López, Pamela. Sala de Prensa -  Web para profesionales de la comunicación iberoamericanos. [en línea]. Diciembre del 2003. [consultado:17 de diciembre,2003]. Disponible:URL: www.saladeprensa.org

                          

3 comentarios

Héctor Gómez -

De igual manera estoy a punto de licenciarme y tu artículo me parece muy completo; realmente te felicito para ser un trabajo de primer año está bien argumentado. Apostemos por la investigación consciente en el periodísmo y la institucionalización de los sistemas de verificación de información los cuales acompañados de una buena formación periodistica: honesta, profesional con buena observación estructurada, y básicamente preocupado por revertir el sistema corrupto, así como focos de improductividad que atacan a la mayoría de realidades latinoaméricanas; Esto nos permitirá usar nuestra profesion, el Periodismo, como uno de las armas o el arma más letal contra el subdesarrollo que nos caracteriza a esta parte del mundo. Saludos.

La Autora -

HOla,Angiela: Me alegro mucho de que te haya servido de algo. Este fue un trabajo que hice en primer año de la Universidad. Ya estoy en el último (quinto).
Cualquier duda, aclaración o recomendación que necesites puedes escribir a este blog, que hará lo posible por ayudarte.

ANGIELÍ villarroel castro -

Muy interesante el artículo y realmente útil ya que estoy apunto de licenciarme.